“Jugar partidos sin espectadores es más triste que bailar con tu hermana”, dijo Luis Enrique en una entrevista para el programa de baloncesto español “Colgados del Aro”.
El pasado fin de semana la Bundesliga se convirtió en la primera gran liga europea en retomar la actividad y los jugadores no pudieron celebrar juntos los goles para reducir el riesgo de infección ante unas gradas que antes estaban normalmente repletas de bulliciosos aficionados.
“He visto el fútbol alemán y es lamentable. Se oyen los insultos y se pierde la intimidad de los buenos momentos”, dijo el excentrocampista del Barcelona.
Sin embargo, admitió que ver el deporte en directo por televisión supondría un alivio para millones de personas que están encerradas en sus casas durante la mayor parte del día por el confinamiento impuesto por sus gobiernos para frenar la propagación del virus.
“Hay que entender que esto es un ‘business’ que genera mucho dinero y a pesar de que el espectáculo dista de cuando se juega con gente, puede ayudar a pasar el confinamiento”, dijo.
“Empezar a ver fútbol o baloncesto es interesante”.
Durante la entrevista, el exentrenador del Barça también comentó la nueva miniserie de Netflix, “The Last Dance” (“El último baile”), sobre la última temporada del jugador de baloncesto Michael Jordan en los Chicago Bulls, calificando a la estrella de la NBA como un “dios”.
“Jordan para los de mi quinta era Dios. Sigue siendo un número uno. Yo idolatré al jugador, la persona me da igual. Jordan permitió que en aquellos años se metieran cámaras y se les viera relajados”, dijo.
Luis Enrique también tuvo unas palabras para el tenista Rafa Nadal, aunque con un “pero” por ser aficionado del principal rival del Barça.
“Lástima que sea del (Real) Madrid. No se puede ser mejor en el saber hasta perder. Es imposible no querer a Rafa. Ser solidario con el rival cuando ganas es fácil. Cuando estás fastidiado por la derrota que un tío te de la mano no es fácil. Es un gusto que nos represente por el mundo”.