El Ministro de Hacienda, Nelson Fuentes manifestó que el presupuesto del país se encuentra equilibrado y garantiza el cumplimiento de las obligaciones para cancelar pagos correspondientes del Estado como por ejemplo los fondos de Pensiones.
“La palabra impago ya la olvidé. Tenemos un presupuesto equilibrado y eso asegura que cumplamos con nuestras obligaciones”, dijo el Ministro Nelson Fuentes.
“Como parte de las estrategias, debemos mantener el objetivo de la reestructuración de la deuda a largo plazo”, agregó Nelson Fuentes quien además reveló que ya le ha presentado al Presidente de la República, Nayib Bukele un plan para realizar en este quinquenio la reestructuración de la deuda a largo plazo ya que “las tazas de interés están creciendo”.
“El Consejo de Ministros todavía no nos ha presentado la necesidad de nuevos recursos. Por momento no hemos incrementado el Presupuesto, si existen necesidades extraordinarias haremos la búsqueda para encontrar recursos.” apuntó el Ministro de Hacienda.
En 2017, durante la pasada administración del expresidente, Salvador Sánchez Cerén se generó una “situación de impago” tras la deuda que el Estado adquirió por haber tomado prestado de los ahorros de los trabajadores que cotizan en las AFP. Los fondos para pagar dicha deuda debieron incluirse en ese Presupuesto General de la Nación para 2017, pero no se hizo. Entonces, Hacienda pidió a los diputados que le aprobaran $282 millones en bonos para sacar de ahí los $230 millones para dicha deuda con los trabajadores y el resto para las pensiones del IPSFA, $52 millones. Sin embargo, el pleno legislativo en aquel momento no lo aprobó.
Si un país se declara en impago, es como una luz de alarma para los inversionistas internacionales que prestan dinero. Si una nación dice que no puede pagar su deuda, habrá menos personas y entidades dispuestas a prestarle cuando lo necesite y, si lo hacen, será a tasas más altas de interés.
El aumento de las tasas de interés vuelve más caro el dinero. Las tasas de interés para los créditos locales aumentarían en la medida que los bancos también deban pagar más por obtener los fondos que luego prestan.