La construcción de un mejor futuro para los salvadoreños requiere modernizar el sistema de salud y atender con calidez a los usuarios. Bajo el liderazgo de la Primera Dama, Gabriela de Bukele, la Ley Nacer con Cariño promueve estos cambios necesarios.
Debido a su enfoque completo y al compromiso de todas las instituciones para ponerla en marcha, el Gobierno cuenta con el respaldo de organismos internacionales.
La Ley Nacer con Cariño, entre los múltiples cambios positivos que introduce, fortalecerá los servicios a las familias que esperan un bebé con la incorporación de cinco nuevos especialistas: gestores de cambio, promotores de salud materno-infantil, educadores prenatales, asesores de lactancia materna, y enfermeras que actuarán como doulas.
En esencia, los servidores públicos crearán las condiciones para que la gestación, el alumbramiento y el puerperio sean experiencias humanizadas, seguras y que las familias tengan la información pertinente cada vez que lo necesiten.
De igual manera, quedan establecidos dos procesos de formación para el personal de salud. El primero es la preparación en competencias materno-infantil para profesionales de salud, que se concentrarán en los cinco nuevos especialistas que ya se han mencionado anteriormente. Luego está la formación general en esta ley y en la práctica del parto respetado, dirigido a todo el personal médico, administrativo y servicios varios.
El diseño de la Ley Nacer con Cariño, así como su implementación, cuentan con el respaldo de organismos como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), una muestra de que el Gobierno trabaja en favor de su gente.