Cortar de raíz
El 23 de enero se registraron los primeros pacientes infectados en Vietnam, se trataba de apenas dos casos. Inmediatamente Vietnam reconoció el virus como una epidemia y declaró el estado de emergencia nacional. Fue uno de los primeros países en hacerlo. Al más alto nivel, se formó un comité directivo, presidido por el viceprimer ministro. Se cerraron las escuelas en todo el país y una semana después se puso a varios pueblos en cuarentena. Se estableció un sistema de “alerta temprana”. Dos semanas antes del confinamiento de Wuhan, Vietnam introdujo el sistema de “distancia de seguridad” y se controló sistemáticamente a los pasajeros del extranjero.
La Organización Mundial de la Salud elogió esta rápida reacción: “La detección temprana, el aislamiento temprano y el tratamiento activo son extremadamente importantes. Las tempranas acciones de Vietnam detuvieron la propagación de la enfermedad y salvaron miles de vidas”.
Según Todd Pollack, experto en enfermedades infecciosas, la razón del éxito es simple: “Los países que tomaron medidas tempranas y agresivas utilizando métodos conocidos y probados han limitado drásticamente el virus. Si se reduce lo suficientemente rápido, nunca se llega al punto de crecimiento exponencial”.
Medidas drásticas
No importa el daño económico que temporalmente conlleva (1). “Mientras muchos países debatían sus opciones en materia de salud y economía, el gobierno de Vietnam tomó la decisión inequívoca de dar prioridad a la salud sobre el crecimiento económico”, dice Sang Minh Le, especialista en salud del Banco Mundial.
A partir de mediados de febrero Vietnam estableció confinamientos estrictos. Se cerraron barrios enteros bajo vigilancia policial. En las “zonas sospechosas” se hicieron pruebas a todos los habitantes. En esas zonas, como en China, se puso en cuarentena a los posibles portadores del virus, lejos de sus propias familias. De esta manera se protegía a los ancianos de una posible contaminación. Se puso en cuarentena durante quince días a todas las personas que regresaban del extranjero.
Confinamientos estrictos, pero sociales. En Vietnam las familias en cuarentena recibían tres comidas diarias a precios muy bajos. Los desempleados, los pequeños autónomos afectados y los pobres recibían un subsidio por el COVID-19.
Concienciación
El gobierno vietnamita llevó a cabo una intensa campaña de sensibilización mediante carteles y pancartas en los grandes almacenes, bancos y otros espacios públicos. Se bombardeó cada día a la población con mensajes de texto, aplicaciones descargables y docenas de artículos en los noticieros online más populares que ofrecían explicaciones detalladas sobre los síntomas, la mejor manera de protegerse contra el virus, etc. Los jóvenes se entretenían con canciones pop informativas o videoclips educativos.