En total se contabilizan 31,990 personas, entre estas edades, que en algún momento se contagiaron del virus y que ha sido detectadas de manera oportuna por la estrategia de tamizajes que ha implementado el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.
Hay una razón lógica que explica la razón de la mayoría de contagios en el referido grupo poblacional y se debe a que es el más activo en la vida cotidiana de los salvadoreños.
Los jóvenes son los que están en permanente circulación en la calle, en el trabajo o en reuniones sociales. Cabe aclarar que este grupo no es el de mayor riesgo con respecto a las letalidades a causa de la enfermedad.
En el caso de los pacientes con mayor riesgo de fallecer por complicaciones derivadas de COVID-19 es el grupo de 60 años en adelante, personas con comorbilidad o que padecen de enfermedades crónicas.
Las autoridades del Ministerio de Salud se aferran a la esperanza de terminar con la pandemia a través de la inmunización por medio de la vacunación. Una vez alcanzado el 80 % o 90 % de la población meta se limita la transmisión del virus y, por ende, los casos tienden a bajar.
Esa desidia lleva al país a un leve incremento de los contagios desde el 1 de junio y aunque en este momento no ha causado saturación en el sistema hospitalario, de continuar con esa actitud, la situación se puede llegar a complicar, por lo que se hace un llamado a los salvadoreños a no bajar la guardia y a seguir la lucha contra el COVID-19 y evitar un escenario de crisis sanitaria.