La cotización del petróleo Brent se afianzó hoy por debajo de la barrera de los $100 y toca mínimos en $97,2. Este precio, en línea con el nivel previo al inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, eleva por encima del 40% el desplome acumulado desde los máximos alcanzados a comienzos de marzo, según los mercados bursátiles.
La propia OPEP de la que forma parte Arabia Saudí ha avanzado esta semana que el aumento de la demanda de crudo podría ralentizarse en 2023.
Con la sombra de la recesión de fondo, la organización petrolera prevé ahora un aumento de la demanda mundial en 2,7 millones de barriles diarios en 2023, un incremento inferior al estimado para 2022, y una guía que «eleva el temor a una caída de la demanda por desaceleración de la economía», señalan los analistas de Bankinter.
La otra gran economía mundial, la de EEUU, afronta a su vez una vorágine de subidas de tipos. El nuevo máximo en el IPC conocido ayer, el 9,1%, pone en duda la subida de tipos de 75 puntos básicos que preveía el mercado para la reunión de la Fed del 27 de julio.
Los analistas no descartan incluso un repunte de 100 puntos básicos, el cuádruple de lo habitual. A medida que aumenta la magnitud de las subidas de tipos, mayor es el temor a un freno en la economía.