El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) un supuesto plan para atentar contra su vida por parte de “agentes estatales e individuos particulares”.
El diputado y sociólogo de 64 años venció en las urnas con un discurso de rechazo a la corrupción que recibió el apoyo de 2,4 millones de votantes, 21 puntos por encima de su rival, la ex primera dama Sandra Torres. La misma noche de la elección, un grupo de fiscales le advirtió tomar precauciones ante un supuesto ataque proveniente de pandillas.
Las autoridades de Guatemala reforzaron la seguridad del próximo presidente de Guatemala, quien debe asumir el 14 de enero de 2024, en medio de versiones sobre supuestos complots para eliminarlo.
Arévalo ganó la presidencia el domingo en un balotaje con la promesa de una lucha frontal contra la corrupción, tras sortear una serie de acciones de la fiscalía para sacarlo de la carrera presidencial.
El refuerzo fue anunciado luego de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, exigió el jueves a Guatemala que “adopte las medidas necesarias para proteger” a Arévalo y a la futura vicepresidenta, Karin Herrera, por amenazas.