A un año de haber sido aprobada la ley Nacer Con Cariño, la Primera Dama Gabriela de Bukele destacó este miércoles la importancia de la educación prenatal y los avances en salud neonatal.
«Como parte de la implementación de la ley hicimos el llamado, le pedimos al personal de salud que se uniera a esta propuesta, a la transformación que haríamos en el sistema de atención materno-infantil y recibimos respuestas muy positivas», manifestó la Primera Dama Gabriela de Bukele.
Detalló que «en el desarrollo de los bebés influye mucho la forma en la que han nacido. Si se cuida el ambiente que la familia puede dar durante el embarazo y los primeros años de vida, vamos a tener un ser humano completamente distinto».
A través de la Ley Nacer con Cariño, el Gobierno, bajo la visión de la Primera Dama, Gabriela de Bukele, está saldando una deuda histórica con la sociedad salvadoreña, especialmente con las futuras generaciones.
Esta ley cuenta con cuatro principios fundamentales: La supremacía de la dignidad de la mamá y el bebé que está por nacer; el interés superior en el desarrollo del bebé; pro-educación para la mamá y el acompañante y la educación para el personal de salud en la parte preconcepcional, prenatal y el parto; y la integridad.
Con el nacimiento de esta ley el país por primera vez cuenta con una formación especializada en materno-infantil para los profesionales de la salud. Por medio de esta formación se ha logrado establecer nuevas especialidades como los gestores de cambio, educadores prenatales, asesores de lactancia materna, promotores de salud materno-infantil y las enfermeras doulas.
Por primera vez, el país también cuenta con un Programa Nacional de Educación Prenatal. Sesiones en las que la mamá y su acompañante aprende sobre nutrición, cambios físicos, crecimiento del bebé y vínculos afectivos, técnicas reconfortantes para el trabajo de parto, posturas para el parto, rol de acompañante durante el parto y la lactancia materna y cuidados para el bebé.
«Ahora podemos decir que en nuestro país la educación comienza desde el embarazo, no a los siete años, si no que desde el embarazo, con el Programa Nacional de Educación Prenatal que se da en todo el país», acotó la Primera Dama, quien cuestionó que en el pasado no se invirtiera en la niñez.
“Antes de la entrada en vigencia de la Ley Nacer Con Cariño, el sistema de salud, en especial la atención materno-infantil, estaba roto y abandonado, las mamás y sus bebés no recibían la atención necesaria para que el proceso de embarazo y parto fuera una experiencia positiva”, puntualizó.