El ministro de Salud, Francisco Alabi, ordenó al Ministerio de Educación suspender las clases presenciales en el arranque del año escolar y hasta nuevo aviso, por el comportamiento del COVID-19 en El Salvador, que va en alza desde el pasado 13 de diciembre.
Alabi señala que la tendencia ascendente de los casos se ha sostenido por cerca de cuatro semanas, por lo que la cartera de Salud tomó como base el análisis epidemiológico obtenido en las jornadas de tamizajes que realizan en los diferentes municipios, la vigilancia centinela, los barridos comunitarios y las atenciones brindadas en la red de salud a nivel nacional.
De acuerdo con el titular de Salud, las condiciones que se presentan en el sistema educativo son factores de riesgo para que la población estudiantil pueda contagiarse, por ello recomienda que las clases no sean presenciales y se mantenga la enseñanza virtual.
Algunos de los factores de riesgo que ha tomado en cuenta la cartera sanitaria es: movilización masiva en el transporte escolar, transporte público, zonas de recreación escolar. También, los salones de clases por ser espacios reducidos.
“Las aulas son espacios cerrados que condicionan la facilidad de contagio a través de aerosoles, la cual ha sido demostrada en reiteradas ocasiones por la comunidad científica, como el principal mecanismo de transmisión”, aseguró.
A consideración del doctor Alabi, hay mayor porcentaje de riesgo de contagio en el grupo etario de menores de 5 años, por las características de este sector estudiantil, quienes no cumplirían al 100% las medidas de bioseguridad, entre ellas distanciamiento social, uso de mascarillas y otras.
El nivel de contagio de COVID-19 no solo quedaría en la población estudiantil, explicó el galeno, sino que este se expandiría al sector docente y al seno familiar, es decir, que sería un vehículo fácil de transmisión del virus.
“Se podrían enfermar al menos 3 personas en cada hogar por cada estudiante, eso unido a la alta interacción con grupos vulnerables, como personas adultas mayores (familiares, cuidadores y docentes), que es la población de mayor riesgo de presentar complicaciones y letalidad”, indicó.
Además, Salud tomó en consideración que cada día se movilizan más de un millón de estudiantes, igual número de familiares, docentes, personal administrativo y otras personas relacionadas al sistema educativo, por ello la suspensión de clases presenciales sería hasta nuevo aviso, dijo Alabi.