El estadounidense Robert Prevost fue elegido como nuevo Papa, adoptando el nombre de León XIV. Tras su elección, pronunció su primer discurso desde el balcón de la basílica de San Pedro, en el que hizo un llamado a la paz y a una Iglesia abierta a todos, especialmente a quienes sufren.
“Queridas hermanas y hermanos. Este es el primer saludo de Cristo resucitado, el buen pastor que dio su vida por el rebaño de Dios. Yo también quisiera que este saludo de paz entrara en vuestros corazones y llegase a sus familias, a todas las personas, en todas partes, a todos los pueblos, a toda la tierra. La paz sea con ustedes”, expresó el pontífice, visiblemente emocionado. También agradeció a su predecesor: “Gracias, papa Francisco”, dijo Prevost, recordando su cercanía con el pontífice argentino.
León XIV instó a “construir puentes con el diálogo, con el encuentro, llevándonos a todos a ser un solo pueblo, siempre en paz”. A los cardenales que lo eligieron en la cuarta votación les pidió “caminar junto a ustedes como una Iglesia unida, buscando siempre la paz y la justicia, buscando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo a anunciar el Evangelio, a ser misioneros”.
El pontífice también abogó por “una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre estar cerca, especialmente de los que sufren tanto”. Durante su discurso, incluyó unas palabras en español dirigidas a su “querida diócesis de Chiclayo en el Perú”: “Un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto, tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”.
Prevost, de la orden de los agustinos, trabajó en diversas misiones en Perú y fue nombrado obispo de Chiclayo por el papa Francisco en 2015. Concluyó su mensaje rezando un Ave María para pedir a la Virgen “por toda la Iglesia, por la paz en el mundo”.