El cortometraje San Simón no se equivoca ha puesto en escena el fervor y la devoción hacia San Simón, una figura venerada en Centroamérica y considerada el santo de las causas perdidas. La historia, ambientada en la Guerra Civil salvadoreña, sigue a una mujer que, tras meses sin noticias de su esposo desaparecido, recurre a esta figura en busca de respuestas.
San Simón, también conocido como Maximón en Guatemala, es una entidad a la que se le atribuyen poderes tanto benévolos como oscuros. Sus devotos le ofrecen tabaco, licor y velas a cambio de favores en asuntos personales y espirituales. Su culto ha trascendido generaciones, convirtiéndose en una mezcla de tradición, misticismo y fe popular.
Dirigido por el cineasta Michael Flores y protagonizado por Carlos Córdova, el filme fue presentado en el Festival Internacional de Cine de Suchitoto (FICS) y ahora busca llegar a la contienda por el Óscar 2025. Con esta producción, Flores continúa explorando historias salvadoreñas con un enfoque en el realismo mágico y la identidad cultural.