El presidente de Uruguay, Luis Calle Pou, decretó emergencia hídrica en el país ante la sequía que atraviesan, la más dura en 70 años.
Según autoridades, les queda poco más del 1% de agua apta para el consumo, debido a que la última gran reserva de agua dulce de la capital tiene menos de un 2% de disponibilidad.
El gobierno estima que quedan entre una semana y diez días de agua bebible salvo que haya lluvias intensas –lo que no está pronosticado–, informó este martes el diario El País.
Las autoridades ya prendieron las alarmas e indicaron deberán recurrir al agua del Río de la Plata, la cual tiene niveles elevados de sodio y cloruro. El presidente aseguró que está trabajando para agilizar la respuesta de las autoridades a la crisis de abastecimiento de agua potable, fruto del descenso histórico en el principal embalse de agua dulce del país sudamericano.
El Jefe de Estado ha dicho en los últimos días que garantizarán “el suministro del agua”, pero no la calidad, ya que ha asumido que “seguramente” se elevarán las cifras de cloruro y sodio en el agua que sigue llegando a Montevideo.
Escasez de agua embotellada
Con la emergencia hídrica en la capital y el área metropolitana de Montevideo, donde vive más de la mitad de la población uruguaya, el agua mineral embotellada queda así exenta de impuestos por el momento. La población con menos recursos también recibe de forma gratuita al menos dos litros de agua al día.
En los supermercados se han desatado las compras masivas. Las botellas de agua se están vendiendo el triple de lo habitual, y los bidones de agua potable de seis litros son como oro.