Durante la reunión en la Casa Blanca, Trump insistió en que cualquier apoyo futuro a Ucrania estaría condicionado a un acuerdo sobre las tierras raras, un recurso estratégico esencial para la industria tecnológica mundial. El presidente de Estados Unidos dejó claro que las negociaciones deben alinearse con los beneficios de su país y que Ucrania no puede dictar los términos de su relación con Washington.
El encuentro, que se tornó tenso, reflejó la firme postura de Trump en cuanto a los intereses económicos y estratégicos de Estados Unidos. A lo largo de la conversación, Trump subrayó que las tierras raras, vitales para sectores clave como la tecnología y las energías renovables, debían ser parte central de cualquier acuerdo. Mientras Zelenski abandonaba la Casa Blanca sin haber alcanzado un acuerdo, Trump reiteró que las condiciones impuestas serían determinantes para continuar con su mediación y apoyo a Ucrania.
Trump también destacó que el liderazgo estadounidense no está dispuesto a ceder ante demandas externas sin una compensación adecuada. Este enfoque resalta la política exterior nacionalista de la administración Trump, que prioriza los intereses estadounidenses en todas las relaciones internacionales. Las negociaciones futuras, según el presidente, deberán alinearse con los intereses nacionales y no se aceptará que otras naciones dictaminen los términos de los acuerdos con Estados Unidos.