Ninguno de los voluntarios que participaron en las pruebas clínicas de la vacuna rusa Sputnik V ha desarrollado efectos secundarios significativos, declaró este jueves Denís Logunov, vicedirector del Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, la institución que ha desarrollado el fármaco.
«La vacuna fue aplicada a voluntarios sanos de entre 18 y 60 años de edad y demostró un muy buen perfil de seguridad», expresó Logunov durante una conferencia realizada en línea, citado por medios locales.
Y precisó que «no se ha detectado ni un solo efecto secundario de gravedad».
Por otra parte, señaló que entre los efectos secundarios menores observados con más frecuencia tras la administración del fármaco se encuentran: dolor en el lugar de la inyección, hipotermia en algunos de los voluntarios y jaqueca.
«Todos estos fenómenos no deseados han sido cualificados como de menor importancia», añadió.
Por último, detalló que la vacuna está indicada en primer lugar inmunizar a las personas que aún no hayan contraído el covid-19, aunque no existe ningún tipo de contraindicaciones ni limitaciones para inocularla a aquellos que ya se hayan recuperado de la enfermedad.