Hoy los hondureños están votando en unas elecciones generales tensas, cuyas repercusiones podrían ir mucho más allá del país centroamericano.
Las encuestas han mostrado que la contienda se fue cerrando y ambos bandos están seguros de que triunfarán. Eso hace poco probable que alguno de los candidatos conceda la victoria a hora temprana lo que azuza aún más los temores de violencia. El voto de 2017 también estuvo afectado por inconsistencias y los resultados siguen siendo muy ampliamente cuestionados.
Desde aquella ocasión, el país llevó a cabo varias reformas electorales, pero los críticos dicen que los cambios han sido insuficientes.
No obstante, la prensa internacional destaca que las elecciones generales en Honduras se celebran este domingo con alta afluencia de votantes y el criterio de los candidatos presidenciales y observadores de que la jornada se desarrolla en orden y en tranquilidad.
«La afluencia de los votantes es muy buena», dijo el jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos(MOE-OEA), el expresidente costarricense Luis Guillermo Solís.
La votación en las elecciones presidenciales de Honduras empezó a las 7 a. m. y termina a las 5 p. m. El consejo electoral deberá anunciar resultados preliminares tres horas después del cierre de las mesas de votación, incluido un estimado de los resultados finales.
En la mente de muchos hondureños están aún frescos los recuerdos de la violencia y las protestas políticas durante las elecciones de 2017 y existe un temor generalizado de disturbios y una mayor inestabilidad política después de las elecciones. Muchas empresas cerrarán este fin de semana.
Las encuestas han mostrado que la contienda se fue cerrando y ambos bandos están seguros de que triunfarán. Eso hace poco probable que alguno de los candidatos conceda la victoria a hora temprana lo que azuza aún más los temores de violencia. El voto de 2017 también estuvo afectado por inconsistencias y los resultados siguen siendo muy ampliamente cuestionados.
Desde aquella ocasión, el país llevó a cabo varias reformas electorales, pero los críticos dicen que los cambios han sido insuficientes.
Las dificultades han obligado a miles de hondureños a migrar a EE. UU., que observa los resultados con atención. El acceso al nuevo documento de identificación complica la participación de miles de votantes en el extranjero.