Cada 3 de mayo en El Salvador se celebra el Día de la Cruz, en agradecimiento a la madre tierra por las provisiones recibidas, decorando al máximo signo que representa a la cristiandad.
En las casas de los católicos, se coloca una cruz de jiote en el patio, la cual se adorna con cortinas o cadenas elaboradas de papel de china de diferentes colores y formas.
A ello se suman las frutas de estación o temporada donde los mangos, arrayanes, guineos, jocotes, guindas, coyoles, cocos, granadas, entre otros, no pueden faltar al pie de la Santa Cruz.
Luego de estar adornada la cruz, los niños de casa, así como los adultos, se acercan con devoción para agradecer al Creador por los frutos recibidos y que están por venir.
Para poder tomar un fruto debes persignar haciendo la señal de la Santa Cruz o si quieres puedes arrodillar para luego agarrar la fruta que más te guste para que degustes.
Generación tras generación se sigue difundiendo por parte de los abuelitos la historia o mito que si en un hogar no ponen la Santa Cruz, el diablo llega a bailar en sus casas. De ahí que en la mayoría de hogares católicos se tienen la tradición de poner el tradicional altar.
Aunque, las comunidades indígenas aseguran que está arraigada tradición es el punto de partida de la época lluviosa, del nacimiento de las flores y de los frutos de la tierra.