Casi dos décadas han pasado desde que un terremoto de 7.7 grados provocara un enorme desprendimiento de tierra.
En aquel sábado 13 de enero del año 2001 el terremoto cobró la vida de 944 personas a nivel nacional; y se registraron más de 1 millón 300 mil damnificados.
El símbolo de la tragedia del 13 de enero de 2001 fue la colonia Las Colinas, en Santa Tecla. Un alud de tierra se desprendió de la cordillera El Bálsamo; soterró más de 100 viviendas; 480 personas murieron.
En este marco familiares, vecinos y amigos se reunieron para recordar a las víctimas de la tragedia con una misa.
La ceremonia religiosa, como ya es costumbre, fue presidida por el Cardenal Gregorio Rosa Chávez; en esta ocasión también participó el presidente de la Asamblea Legislativa, diputado Mario Ponce y el alcalde de Santa Tecla, Roberto d´Aubuisson.
Durante la actividad, el jerarca católico habló sobre la importancia de hacer conciencia en en cuanto a la autorización y construcción de proyectos de viviendas a fin de evitar que este se ejecuten en zonas vulnerables para que no pongan a riesgo la vida se las familias y sus bienes materiales.
Mientras los familiares de los fallecidas portaron arreglos florales, fotos, imágenes de recuerdo y con oraciones pidieron por el alma y el descanso de sus parientes.
Aquel año de 2001 fue atípico, El Salvador vivió dos terremotos con apenas un mes de diferencia.
El primero se dio el sábado 13 de enero y el segundo el día martes 13 de febrero.
Los dos movimientos de tierra afectaron gravemente varios departamentos y dejaron destrucción y pérdidas humanas.
Se estima que la cifra total de fallecidos en ambos terremotos ascendió a 1,259.
En materia económica, el país sufrió pérdidas estimadas de $1, 603.8 millones, producto de la afectación en las exportaciones, daños materiales y daños ambientales.