El gobierno de El Salvador trabaja por beneficiar a la «primera línea» contra la pandemia de la Covid-19, por ello, una de las acciones prioritarias ha sido la modernización de la infraestructura de la red pública de hospitales en el país.
El Ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, informó que en la primera fase del proyecto de renovación del sistema de hospitales nacionales serán adquiridas 81 unidades de cuidados intensivos, lo que prácticamente duplicará la cantidad actual.
Esta primera fase, que tendrá un costo de $3.6 millones, forma parte de un plan más amplio que costará $28 millones para sacar e la precariedad a los hospitales públicos.
«Con 3.6 millones de dólares, incluso, estamos dotando a nuestros hospitales con el doble de la capacidad para unidades de cuidados intensivos», dijo el funcionario.
Entre los hospitales que serán dotados de nuevas unidades de cuidados intensivos se encuentran el San Rafael, con cuatro; Rosales, con 21; el Zacamil, con seis; el hospital Saldaña de los Planes de Renderos, con 15; y el hospital Bloom con 20 unidades.
Por ahora, más de 25 mil trabajadores de la salud y de otras áreas clave del Estado, están laborando durante la emergencia por COVID-19, y son trasladados todos los días por el Gobierno, confirmó el titular de Obras Públicas.
Este ejército de trabajadores, que está en la primera línea de batalla contra el COVID-19 y laboran en otras áreas del sistema de salud, son movilizados en 1,300 unidades facilitadas por los empresarios del transporte, que son conducidas por motoristas pagados por el Gobierno.
Este plan también incluye el traslado de pacientes con enfermedades crónicas desde su casa a los hospitales, desde que se suspendió el transporte público de pasajeros.
En este periodo, dijo el ministro Rodríguez, han sido trasladados un total de 13 mil 319 pacientes para que no pierdan sus citas médicas.