El inusual brote de malaria en Nicaragua y Costa Rica ha hecho sonar las alarmas de los equipos de epidemiología de El Salvador. A principios de este año el país fue declarado libre de ese mal, tras una certificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, el brote de malaria ha sido detectado en una zona fronteriza entre los referidos países vecinos. Preliminarmente se sabe de 15 personas afectadas, ocho de nacionalidad costarricense y siete nicaragüenses.
La malaria, conocida en nuestro país como paludismo, es una enfermedad causada por la picadura del zancudo Anopheles.
El 25 de febrero de este año, las autoridades de la OMS declararon a El Salvador el primer país de Centroamérica libre de malaria y tercero en América, luego de comprobarse cero casos autóctonos de la enfermedad.
Este es uno de los logros importantes como resultado de la estrategia de prevención en salud que impulsa el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, bajo la instrucción de salvaguardar la vida de los ciudadanos.
El Gobierno salvadoreño ya activó los respectivos protocolos de prevención y se le sigue la pista al comportamiento del brote en los países vecinos. Cualquier acción del tipo sanitaria que haya que tomar, se procederá para garantizar la protección de las familias salvadoreñas.
Una de las prioridades en los planes de Gobierno del Presidente Bukele es la salud, por ello en los dos años y tres meses de gestión que se lleva, se ha hecho una millonaria inversión en reforzar el sistema de salud pública para brindar la mejor atención posible a los pacientes, incluso en tiempos de pandemia de COVID-19.
Los equipos de epidemiología de la región se encuentran trabajando en el monitoreo de vectores transmisores de este tipo de enfermedades consideradas endémicas, sobre todo porque los casos suelen incrementar durante la época de lluvia.