La ciudad de Guayaquil en la zona Litoral de Ecuador, la ola de violencia continúa imparable. Según datos de las autoridades, en esta zona, opera la mayor cantidad de bandas y células delictivas. La población expresa su temor ante el aumento de la delincuencia y pide que las instituciones tengan mayor firmeza con el crimen organizado.
La población asegura que se ha vuelto muy difícil la vida debido a la delincuencia que le da igual matar a una persona por un teléfono móvil en la calle o dentro de un centro comercial.
Las autoridades han decretado estado de excepción desde hace más de 10 días, pero esto parece no importar a los delincuentes.
Según los ciudadanos, no pueden confiar en la policía porque existe una gran corrupción dentro de esa institución, lo que los hace sentirse desprotegidos.
Sicariato, explosión de coches bomba, robos a mano armada y persecuciones a delincuentes son reportados continuamente por la policía.
Según la Policía Nacional, el país ha sufrido una reconfiguración de las organizaciones criminales, quienes están queriendo adueñarse del territorio para sus fines ilícitos.
Por su parte el gobernador de Guayas, Pablo Arosemena, aseguró que el alza de la la violencia se debe a que las autoridades están cercando a los delincuentes, sin embargo; la alcaldesa de la ciudad cree que no existe una estrategia clara del gobierno en el combate a la delincuencia.