Más de $60 millones son los que el Ministerio de Salud ahorra al ya no atender a heridos por hechos de violencia en los hospitales de la red pública, esto como parte de los resultados del Régimen de Excepción, implementado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.
De acuerdo con el ministro de Salud, Francisco Alabi, las medidas de seguridad han impactado positivamente en el sector, ya que esto permite reorientar insumos a la atención de otras situaciones de salud pública y mejorar la atención de la población.
“Hay un hecho medible: es la cuestión monetaria. Hay una reducción de $60 millones en la inversión del Ministerio de Salud por ya no tener que atender lesiones de heridas de fuego y arma blanca… A un año del Régimen de Excepción, hay una reducción monetaria de la inversión en servicios médicos por la disminución de actos de violencia”, indicó el funcionario.
Alabi hizo el comparativo con años anteriores, en los que las unidades de emergencia recibían en promedio hasta a cuatro heridos por arma blanca o proyectil de arma de fuego en un turno de 24 horas, lo cual no ocurre en la actualidad.
Señaló que la atención de un herido por arma blanca rondaba los $23,000, esto solo en los cuidados de emergencia, sin contar las secuelas del trauma físico y psicológico generado en la víctima.
El ministro Alabi agregó que las víctimas de heridas de arma blanca comentaban que los ataques eran por haber visitado, en esos momentos, zonas “a las cuales no pertenecían”.
De igual manera, detalló que en el caso de las heridas por arma de fuego los costos por persona eran de $32,000 solo en atención prehospitalaria y de emergencia.
“Nosotros con toda propiedad le podemos decir que en emergencia no llegan heridos por proyectil de arma de fuego. Todo esto viene de beneficio para el sistema de salud”, añadió.
Subrayó que el tema de la seguridad está ligado al desarrollo de un país, ya que cuando existe seguridad, esta permite invertir en otras áreas, como la salud y la educación, en beneficio de la población.
A la vez, manifestó que, al tener un ahorro en salud, estos recursos se invierten en mejoras dentro del sistema, de manera que los salvadoreños reciban una atención integral a diferentes padecimientos, como las enfermedades crónicas y el abastecimiento de medicamentos.