A pesar que El Salvador era uno de los países más violentos del mundo, producto del accionar de las pandillas, el abogado vinculado con la oposición, Enrique Anaya, pone en duda sobre la necesidad del Estado salvadoreño de implementar el Régimen de Excepción.
“No sé si en realidad el Estado salvadoreño necesitaba hace dos años, un Régimen de Excepción para combatir la criminalidad. No lo tengo claro”, dijo el abogado opositor.
Desde la implementación del Régimen de Excepción, El Salvador pasó de ser uno de los países más violentos del mundo a uno de los más seguros, convirtiéndose en un referente internacional en materia de seguridad pública.
Desde su implementación, ha sido una pieza fundamental en la implementación de estrategias de seguridad efectivas. Además, ha proporcionado una mayor flexibilidad en las acciones policiales y ha fortalecido la capacidad del Estado para hacer frente a los grupos delictivos.