La Liga de Naciones, creada el lunes pasado a iniciativa de los Presidentes Nayib Bukele y Rodrigo Chaves, de El Salvador y Costa Rica, respectivamente, goza de amplio respaldo de diversos sectores de la sociedad que califican la propuesta de innovadora y le auguran éxito por su firme apuesta por la prosperidad y la seguridad de los pueblos.
“La propuesta es visionaria porque piensa conformarse por países que tengan las mismas visiones y aspiraciones de desarrollo económico y social, lo cual les permitirá generar una ventaja competitiva regional que potencie la inversión extranjera y genere empleos de calidad”, destacó el sociólogo René Martínez.
Bukele y Chaves anunciaron que la iniciativa también abrirá las puertas a otras naciones que tengan la misma visión de trabajo y además esperan formular propuestas conjuntas al nuevo Gobierno de Estados Unidos.
El 5 de noviembre pasado, los estadounidenses eligieron en las urnas al republicano Donald Trump como presidente de esa nación norteamericana, cargo que asumirá formalmente el 6 de enero de 2025.
Martínez planteó que la conducción de la liga “recaerá en el Presidente Bukele, pues es, con mucha ventaja sobre los otros, el líder mejor evaluado y el que está más presente en el imaginario de los pueblos”.
Para Martínez, la iniciativa permitirá que países pequeños -en materia económica- logren su máximo desarrollo. «Unidas, esas naciones podrán negociar de forma ventajosa con las grandes potencias del mundo», ponderó el también docente universitario.
Para el sociólogo, Mauricio Rodríguez, la medida demuestra el liderazgo y la visión de los mandatarios Bukele y Chaves por tener una región unificada como lo fue en el pasado.
“Esta Liga de Naciones se asemeja en gran medida a lo que en aquel momento se llamó las Provincias Unidas de Centro América que buscaban ser de la región una nación grande. Esta iniciativa va a tomar mucha fuerza en los próximos días”, expresó Rodríguez.
En torno a este tema, el politólogo Óscar Peñate, enumeró que la liga conllevará beneficios como lograr y mantener la seguridad ciudadana en la región, la prosperidad económica, la dinamización de la economía y disminución de la pobreza.
“Se producirá un acrecentamiento del poder adquisitivo de las poblaciones y una ampliación de la demanda de bienes y servicios”, consideró. A criterio del también catedrático universitario, la iniciativa favorecerá la eliminación del crimen organizado, el narcotráfico y el terrorismo en la región.