El Monumental Estadio Cuscatlán será el escenario donde la Selección Mayor de El Salvador tendrá la oportunidad de volver a hacer creer a la afición en la Azul y Blanco, y en el proyecto deportivo del técnico español David Dóniga, el rival de esta noche: Bonaire, selección caribeña que buscará dar pelea y una posible sorpresa en suelo nacional.
El quinto duelo de la Liga de Naciones de Concacaf ante los caribeños le da a Dóniga y su armada la oportunidad de matar tres pájaros de un tiro: abrir la puerta de acceso y codearse con los grandes en la Liga A, firmar boleto a la Copa Oro 2025 y enganchar el vagón de la afición cuscatleca al tren de la Azul.
La misión en sus dos primeros apartados no parece imposible, pero sí la última en la que el estratega español tendrá que convencer a un público desencantado por la forma en la que viene jugando la selección de El Salvador.
En el último compromiso ante San Vicente y las Granadinas, la Selecta cayó 1-2 y dejó, aparte de insatisfacción, un mar de dudas del tamaño del Caribe, por lo que hoy, ante Bonaire, necesita no solo ganar sino hacerlo jugando a la altura de su afición.
A Bonaire, El Salvador le ganó 2-1 y a Montserrat 1-4 en doble jornada de la primera ventana de Liga de Naciones y, aunque ninguno es el principal contendiente en la tabla del Grupo A, sí pudieran ser piedra de tropiezo y por ello Dóniga ha dirigido las prácticas tácticas alejadas de las cámaras.
Lo que sí está claro es que el estratega tiene acuartelado desde inicios de la semana a todo un ejército donde destacan como novedades la presencia de Nathan Ordaz, Gabriel de Azevedo, así como Henry Romero que asiste a su primera convocatoria en la era Dóniga.