En diversas escuelas a lo largo de Estados Unidos, un país con un sistema educativo descentralizado donde cada estado y distrito maneja sus políticas locales, se ha implementado una medida estricta para combatir las distracciones en el aula: obligar a los estudiantes a guardar sus teléfonos celulares en fundas o pouches bloqueadas durante toda la jornada escolar, desbloqueándolas solo al sonar la campana final.
Según CBS News, esta iniciativa ha ganado terreno en distritos escolares de costa a costa, impulsada por docentes que reportan mejoras en la concentración y el comportamiento de los alumnos.
¿Qué son exactamente estas fundas bloqueadas y cómo funcionan?
Estas pouches, fabricadas por empresas como Yondr, son bolsas magnéticas que se cierran de manera segura al entrar a la escuela, permitiendo que los estudiantes mantengan posesión física de sus dispositivos pero sin acceso a ellos hasta el final del día, cuando se desbloquean en estaciones especiales. En algunos casos, como en el Distrito Escolar del Condado de Clark en Nevada, se utilizan versiones no bloqueadas pero que bloquean señales para evitar el uso durante clases.
¿En qué lugares se ha adoptado esta política?
Distritos en estados como Connecticut, donde escuelas medias en New Britain requieren que los alumnos depositen sus celulares en pouches desde enero de 2025; Alaska, con tres escuelas en Mat-Su que prohíben el uso total desde agosto de 2024; Maine, donde el distrito MSAD 75 aprobó el bloqueo para secundaria y preparatoria en junio de 2025; y Utah, con el Distrito Escolar de Park City exigiendo pouches para grados 6 a 12. Otros ejemplos incluyen Seattle en Washington, donde una escuela media implementó el sistema recientemente, y New Haven en Connecticut, aplicándolo a grados 5 a 8.
¿Por qué los docentes consideran los celulares una «distracción imparable»?
Educadores argumentan que los teléfonos interrumpen lecciones con notificaciones constantes, fomentan el bullying cibernético y reducen la interacción social cara a cara. En un análisis de la Universidad Johns Hopkins, expertos señalan que estas prohibiciones buscan revertir problemas de comportamiento crecientes post-pandemia, aunque queda por ver si las pouches resuelven todo o si los estudiantes encuentran formas de evadirlas.
¿Hay un impacto económico o empresarial en esto?
La compañía Yondr ha visto un auge en contratos escolares, generando millones en ingresos desde 2023, con escuelas invirtiendo en miles de pouches para implementar la medida. Algunos distritos optan por versiones no bloqueadas para ahorrar costos, pero el objetivo común es crear entornos «libres de teléfonos» que prioricen el aprendizaje.
Esta tendencia refleja preocupaciones más amplias sobre el uso de tecnología en la juventud, en un país donde el 95% de los adolescentes tiene acceso a smartphones, según encuestas nacionales. Mientras algunos padres apoyan la medida por promover hábitos saludables, otros la critican por limitar la comunicación en emergencias, lo que ha llevado a debates en juntas escolares sobre equilibrios posibles.
Fuente: UHN Plus.