El Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) aumentó 5.5 % en agosto de 2025 respecto al mismo mes de 2024. Este resultado consolida la tendencia positiva de la economía salvadoreña durante el año, impulsada por el crecimiento de varios sectores productivos.
De acuerdo con los datos que recoge este indicador, la actividad Construcción registró un crecimiento de 29.8 %, posicionándose como el sector más dinámico gracias a la ejecución de múltiples proyectos de inversión pública y privada, que han impulsado la demanda de materiales, maquinaria y financiamiento bancario para edificaciones residenciales y no residenciales.
La expansión de la construcción también impulsó la producción de la actividad Minas y canteras, que creció 5.0%, mientras que las actividades de Electricidad y Agua superaron los niveles del año anterior por el aumento de la demanda interna y externa, reflejando tasas de crecimiento de 2.8 % y 1.2 %, respectivamente.
Por otra parte, los Servicios profesionales, técnicos y personales crecieron 10.2%, impulsados por una mayor demanda de servicios jurídicos, contables, de empleo y de centros de llamadas.
En el caso de las Actividades inmobiliarias se observó un incremento de 5.8%, gracias al desarrollo urbanístico en el Área Metropolitana de San Salvador, especialmente por nuevos proyectos residenciales y de apartamentos. En tanto, la actividad de Comercio, transporte, hoteles y restaurantes creció 4.9%, que se dinamizó con el incremento en las ventas, el transporte de carga, la movilidad interna y la llegada de turistas internacionales. También influyeron positivamente el aumento de ingresos familiares por salarios y remesas, así como las vacaciones agostinas.
Las actividades financieras y de seguros crecieron 3.8 % debido a una mayor intermediación financiera, que ha facilitado recursos tanto al sector productivo como al consumo de los hogares; adicionalmente, la producción de las Industrias Manufactureras, con un crecimiento de 3.2%, mostró una recuperación importante, destacando la fabricación de minerales no metálicos (como cemento y yeso), productos de papel e impresión con demanda regional, y alimentos y bebidas elaboradas (pescado, lácteos, aceites y grasas comestibles, entre otros).
Otras actividades económicas que registraron crecimiento en este período fueron: Comunicaciones (0.9%) y Agropecuario (0.9%), mientras que los Servicios del Gobierno decrecieron 1.7%.
Finalmente, la mejora en las condiciones de seguridad, la confianza del sector privado, los altos niveles de inversión pública en infraestructura, el aumento del ingreso de los hogares y las bajas tasas de inflación han contribuido a fortalecer la producción y el consumo en el país.
