Este sábado se cumplen 20 años del terremoto del 13 de febrero, que con una magnitud de 6.6 grados, durante 20 segundos, destruyó en El Salvador: 44,750 casas y provocó daños en otras 16,752, dejó 315 personas fallecidas, 3,300 heridas y 250 mil damnificados, a sólo un mes de un primer terremoto que destruyó gran parte del área paracentral del país.
Tras el devastador escenario, la ayuda internacional no se hizo esperar y la República de Taiwán destinó cerca de $10 millones para atender a las víctimas; sin embargo, hoy se cumplen dos décadas de la tragedia y esa ayuda aún no llega a quienes pertenecía, pues una red de cuentas bancarias del partido ARENA, el expresidente Elías Antonio Saca (condenado por delitos de corrupción) y una decena de personas vinculadas a su partido, se apropiaron de los cheques que, según la Fiscalía General de la República (FGR), Taiwán entregó al expresidente Francisco Flores.
El rastro del dinero y el testimonio de algunas de las personas que cobraron esos cheques indican que en realidad sirvieron para financiar la campaña presidencial de ARENA, en las elecciones 2004, donde resultó ganador Saca.
Este hilo de corrupción en el manejo del donativo taiwanés salió a la luz 12 años después (2013), cuando era presidente el hoy prófugo Mauricio Funes, quien colaboró con la elaboración de un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) que el Departamento del Tesoro de Estados entregó posteriormente a la FGR y en el que se atribuyeron traslados de dinero en 2003 a cuentas relacionadas con Flores por $10 millones.
Las investigaciones de la Fiscalía señalaron que el dinero que dio Taiwán a Flores pudo ser incluso de $15 millones, pero no hubo rastro de los restantes $5 millones. El exmandatario fue detenido en septiembre de 2014 después de que la FGR le atribuyó delitos de enriquecimiento ilícito y peculado; pero por su estado de salud pasó varios meses detenido en la División Antinarcóticos (DAN) y en arresto domiciliario.
Flores murió tras un derrame cuando aún era procesado. Por esta causa judicial, ningún alto dirigente fue acusado y la investigación se cerró por su fallecimiento. No obstante, en febrero de 2016 altos dirigentes de ARENA admitieron sin remordimiento que los $10 millones llegaron a las cuentas del partido.