Debido a las intensas lluvias que continúan en territorio brasileño, se registran cerca de 120 personas fallecidas por deslaves y un número similar de desaparecidos, informaron autoridades de ese país.
Las nuevas precipitaciones ocurren 48 horas después de que las peores lluvias en 90 años en esta antigua ciudad imperial dejaran un reguero de destrucción y escenas escalofriantes de calles y laderas convertidas en ríos arrastrando automóviles, buses con pasajeros y todo a su paso.
Las autoridades hicieron el llamado a la población a salir de esa localidad por precaución, las calles de esa ciudad en Río de Janeiro quedaron convertidas en ríos por las torrenciales lluvias.
Según reportes, unos 500 bomberos, con la ayuda de cientos de voluntarios, perros, máquinas excavadoras, camiones, botes y una decena de aeronaves se emplean en las tareas de rescate.