Los cielos salvadoreños se pintaron de rojo, naranja y oro, cuando los rayos del sol se despedían entre las nubes, maravillando a todos los salvadoreños.
Este hermoso fenómeno se conoce como arreboles, que son un fenómeno natural que se produce cuando el sol se esconde en el horizonte y el cielo se tiñe de colores rojizos, anaranjados y violetas.
El termino «arrebol» es considerado uno de los más bellos del castellano. A través de los siglos, los arreboles han sido objeto de inspiración para artistas y poetas, pero también tienen un significado profundo en la fe cristiana.