Katherine Díaz, la «Reina de la Bocana» fue despedida ayer (miércoles) por cientos de surfistas, amigos, familiares que llegaron a la playa de La Libertad, junto a la famosa piedra de El Tunco, ahí donde surfeaba casi a diario y donde fue impactada por un rayo, el pasado viernes, cuando se preparaba para un torneo que le hubiera dado la oportunidad de competir en los Juego Olímpicos de Tokio.
En un acto cargado de emoción, alegría y tristeza, los asistentes llevaron fotos, flores y cartas para demostrar el amor que le tenían a la deportista.
«Katherine personificaba la alegría y la energía que hace el surf tan especial y apreciado para todos nosotros», declaró la Asociación Internacional del Surf (ISA, por sus siglas en inglés).
Desde pequeña su pasión fue el mar, y como contó su hermana Érica, ella misma había dicho que, al morir, quería que la despidieran en la playa, en La Bocana, a donde reinaba.
Las cartas que se concentraron en el lugar, fueron quemadas y un grupo muy nutrido de surfistas emprendió hacia el mar para esparcirlas, junto con muchas flores blancas.
Su hermano “El Bamba” Díaz resumió el sentir de los presentes: “ella fue siempre mi motivación… ella es una leyenda, y, como dice el dicho, las leyendas nunca mueren”.
Luego, del acto de despedida, los presentes recordaron lo efímero de la vida y lo importante de despertarse cada día.
Por su parte, Yamil Bukele, presidente del Instituto Nacional de los Deportes, también comunicó sus condolencias: «Estoy muy triste por esta muerte y me uno al dolor que embarga a su familia. Nuestra solidaridad con ‘el Bamba’ y la familia del surf», escribió en su cuenta oficial de Twitter.