La segunda ciudad más poblada de Australia, Melbourne, vive desde la jornada de este jueves el primero de 42 días de un nuevo confinamiento total debido a rebrotes de la Covid-19.
El confinamiento obliga al cierre de los negocios no esenciales, y ello supone un golpe todavía más duro a la economía.
La medida llega tras un incremento de alrededor de 2.200 casos de la Covid-19 en relación con los existentes a finales de junio, lo que ubica en 14.469 la cifra total de afectados por la enfermedad en la sureña ciudad australiana.
El aumento de los contagios se atribuye al presunto incumplimiento de las medidas de cuarentena de los viajeros internacionales.