Terror causó un hombre que durante la marcha organizada por los opositores dejó ver que portaba un arma, las personas a su alrededor se alejaban conforme el hombre se acercaba.
Se desconocen las intensiones del sujeto que intimidaba a los pocos asistentes, mientras tanto, otros participantes de la marcha se dedicaron a amenazar a periodistas y miembros del CAM que procuraban resguardar bienes públicos.
La actividad que fue anunciada como una marcha pacífica, se vio opacada por la presencia de hombres armados, personas alcoholizándose en la vía pública y el uso de pólvora prohibida poniendo en riesgo a los transeúntes.