La estudiante de octavo grado del Centro Escolar Municipal Majucla, Marisol Díaz, de 14 años, fue asesinada por estructuras criminales en marzo del 2019. La muerte de la menor causó conmoción a nivel nacional e internacional, pues fue ejecutada con su uniforme y tirada desde un vehículo en marcha ya sin vida.
Esa era la realidad de un centro educativo que estaba situado en colonia Majucla de Cuscatancingo, lugar que era uno de los centros de operaciones de la Mara Salvatrucha.
No era secreto a voces que las pandillas eran las que controlaban todo tanto en Majucla y colonias adyacentes como Villa Mariona, Futura, Villa Hermosa, entre otras. Los alumnos estaban inmersos en este ambiente de criminalidad.
Incluso de noche no se podía circular, pues si transitabas con el vehículo y con luces encendidas era sinónimo de peligro, pues las reglas de la pandilla eran que al entrar a unas de las comunidades mencionadas tenías que hacerlo con luces apagadas y las intermitentes encendidas, según relatan residentes de la zona.
Sin embargo, esta realidad de zozobra empezó a cambiar a partir de la puesta en marcha del Plan Control Territorial y profundizándose con el Régimen de Excepción, que ha dejado a todas esas comunidades libres de pandillas.
El viernes pasado el centro escolar realizó su “Festival El Salvador Bendita Tierra”, por noveno año consecutivo, donde profesores, alumnos y habitantes participan en la promoción de la cultura y valores, pero esta vez con la novedad que no hay estructuras criminales que asedien a los estudiantes.
“Tenemos de ocho a nueve años de hacerlo, al principio nos costó por la inseguridad que había, por el mismo hecho que no podíamos pedirle a la Policía que viniera porque nos metíamos en problemas, en este caso no, está todo tranquilo y no tenemos ningún problema en ese aspecto”, manifestó Miguel Flores director en funciones del centro escolar.
Otra docente sostuvo que los pandilleros acechaban el centro escolar para reclutar a los alumnos y obligarlos a ingresar a la MS o colaborar, todo aquel que se negaba sufría las represalias de los terroristas.
«Mire a nosotros los pandilleros nos mataron a varios alumnos porque se negaron a ingresar a la mara. Ahora nosotros estamos viviendo en un ambiente de paz, no tenemos preocupación que nos van a venir a extorsionar y amenazar a los alumnos», manifestó otra profesora.