La capital de Corea del Sur y zonas cercanas cerrarán bares y locales de ocio nocturno, limitarán las celebraciones religiosas y restringirán el servicio en los restaurantes, en un intento de contener una tercera ola de infecciones de coronavirus, dijo el domingo el ministro de Salud.
El Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Corea del Sur reportó 330 nuevos casos diarios de coronavirus hasta la medianoche del sábado, una cifra inferior a los 386 casos que se registraron el día anterior, pero el quinto día consecutivo con más de 300 nuevas infecciones.
“La tercera ola del brote de COVID-19 está cada vez más en pleno apogeo”, dijo el ministro de Salud Park Neung-hoo en una reunión informativa. “La situación es extremadamente seria y grave”.
Según información gubernamental, el brote a nivel nacional se originó por focos de infecciones en la densamente poblada área metropolitana de Seúl, donde vive alrededor de la mitad de los 52 millones de residentes del país, dijo el ministro.
A partir del martes, las principales cafeterías de la zona de Seúl sólo podrán que ofrecer servicio de comida para llevar y de entrega a domicilio, mientras que los restaurantes deberán permanecer cerrados a partir de las 9 de la noche. También habrá restricciones en instalaciones deportivas como gimnasios, con limitaciones de aforo.
Corea del Sur ha llevado a cabo un esfuerzo intenso de rastreo, pruebas y cuarentena para acabar con los brotes sin imponer cierres. Pero el país no ha dejado de sufrir de un número persistente de pequeñas infecciones, elevando la cifra total de casos a 30.733, con 505 muertes.