Las penas más altas impuestas por el Tribunal 5° contra el Crimen Organizado, de San Salvador, fueron para pandilleros responsables de graves delitos. Nelson Alberto Durán Delgado, alias “El Chato”, palabrero de la Comunidad “29 de Agosto”, fue condenado a 224 años de prisión por 7 homicidios agravados y agrupaciones ilícitas.
También recibieron penas significativas Mauricio Ernesto Catalán Munguía, alias “El Popeye”, y Mario Ricardo Díaz Romero, alias el “Little Gasper”, con 215 años de cárcel cada uno. Josué Eduardo Pérez, alias “El Guayo”, fue condenado a 125 años. Todos eran miembros activos de una pandilla.
La estructura delictiva, operando en más de 16 colonias de la capital, entre ellas la colonia Dolores, Costa Rica, San Patricio, IVU, fue responsable de 13 homicidios y 2 feminicidios entre 2006 y 2018. Se destacan casos donde utilizaron piedras y martillos para golpear a sus víctimas hasta causarles la muerte.
Entre las víctimas se encuentran esposos de 60 años, asesinados porque la pandilla creía que los delataban como informantes. Las investigaciones revelaron la brutalidad de sus métodos, evidenciando un alto nivel de violencia.
Además de las condenas para los pandilleros, se impusieron penas de 3 años para «civiles» que colaboraban con la pandilla.