¿Estratégia de campaña debido al flujo de migrantes venezolanos? El presidente colombiano Gustavo Petro será el anfitrión de una cumbre la próxima semana que busca impulsar las negociaciones entre el gobierno y la oposición de Venezuela.
El jefe de Estado ha propuesto una fórmula: “más democracia, menos sanciones”, dijo esta semana en Washington durante una visita a Estados Unidos.
En el encuentro en Bogotá, que empieza el martes 25 de abril, en vez de delegados del gobierno de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria que se le opone, participarán representantes de 15 países, entre ellos EEUU, que ha impuesto la mayoría de las más de 900 sanciones que pesan sobre las instituciones y funcionarios de Venezuela.
Este jueves, en la Casa Blanca en Washington, Petro explicó al presidente Joe Biden su plan de tres puntos: “impulsar el cronograma electoral venezolano, la entrada de Venezuela al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y desactivar progresivamente las sanciones”.
Pero la fórmula de Petro de más democracia y cero sanciones toca de manera diferente a ambas partes del conflicto en Venezuela.
Maduro dejó clara su postura tras una reunión con Petro en marzo: la cumbre debe serle útil “para pasar la página de este período tortuoso de sanciones”.
Su cancillería reaccionó positivamente a la receta de Petro para destrabar el diálogo, pero condicionó su éxito a que primero se hayan anulado todas las sanciones, a las que llamó «medidas coercitivas unilaterales».