En medio de una pandemia del COVID-19 e incluso con amenaza del huracán Eta, la Asamblea Legislativa se opone al bienestar de la población, ya que tienen un total de $620.5 millones en concepto de préstamos sin autorizar, esto hace que el trabajo del Ejecutivo no sea fácil en materia de recursos.
Muchos piensan que la tal llamada “oposición” es hacia el Ejecutivo, sin embargo, reitero, son la oposición del pueblo.
Los préstamos incluyen financiamiento para el Plan Control Territorial que ha tenido un gran éxito en la reducción de homicidios y extorsiones a pesar que no ha tenido un presupuesto especial.
Además, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe- CEPAL, El Salvador es altamente vulnerable a los efectos climáticos, en años recientes este país ha visto aumentar el número y la intensidad de los desastres naturales como la reciente amenaza del huracán Eta, sin embargo, los diputados prefieren rechazar por capricho político la cooperación internacional de un préstamo y aporte financiero por $26.14 millones, para el Programa de Adaptación Urbana al Cambio Climático otorgado por Banco Alemán de Desarrollo (KfW).
Cabe mencionar, que por querer perjudicar el trabajo del Ejecutivo, también se llevan de encuentro a sus mismos alcaldes, ya que el BID contempla $96 millones para las alcaldías y los diputados tampoco han empezado a discutirlo.
Está claro, dirán “no” a todo lo que venga del Presidente Nayib Bukele que a la vez se traduce en el bienestar del pueblo.