Hasta finales del pasado Gobierno de Salvador Sánchez Cerén del FMLN la tasa de violencia homicida de El Salvador superaba a la de Honduras y la de Guatemala, ambos países que también integran el llamado Triángulo Norte de Centroamérica. Con casi 51 homicidios por cada 100 000 habitantes en 2018 el país estaba reconocido como uno de los más violentos a nivel mundial y con una sociedad sumergida en la epidemia de la violencia.
Para inicios del año 2019, las propias autoridades de Seguridad Pública estaban convencidas de que el repunte de homicidios en el país se debía a una táctica de las maras por presionar para que se continuara con la política de la denominada «tregua» la que les permitió a los grupos delictivos acceder a grandes cantidades de dinero a cambio de favores políticos.
«Es una acción deliberada, principalmente de la MS, del incremento de homicidios», reconoció de forma directa el exdirector de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, señaló directamente a la MS-13 de estar detrás del drástico aumento de asesinatos.
Entre 2012 y 2013 el nacimiento de la Tregua redujo radicalmente los homicidios pero se incrementaron las desapariciones en el país.
La Tregua fue un pacto suscrito entre la Mara Salvatrucha, el Barrio 18 y el gobierno de presidente Mauricio Funes, al que con el tiempo se agregaron otros: la pandilla La Mirada Locos, la pandilla Mao-Mao, etc.
No obstante, recientemente «Noé», un testigo de los encuentros entre políticos que buscaron favores de las estructuras criminales confirma que el FMLN les pagó a las pandillas por los que movilizaron el voto a favor del frente, en las elecciones presidenciales de 2014, en las que por estrecho margen salió ganador el candidato, Salvado Sánchez Cerén.
Además, ese mismo testigo declaró ante el juez que efectivamente los pandilleros se reunieron con el actual presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano y con el «Diputado Angulo». Confirmó también que les ofrecieron un millón de dólares a las pandillas a cambio de apoyo para el partido ARENA en las presidenciales 2014, sin embargo, fueron timados y no recibieron el dinero.