En su discurso inaugural, Donald Trump asumió el cargo como el 47° presidente de los Estados Unidos, agradeciendo a las comunidades negras y latinas por su apoyo y prometiendo trabajar para hacer realidad sus sueños. «A las comunidades negras y latinas agradezco la muestra de confianza que me han demostrado… Vamos a trabajar porque sus sueños se hagan realidad», afirmó.
Entre las primeras acciones de su gobierno, Trump detalló varias órdenes ejecutivas que firmará para abordar los problemas más urgentes del país. Anunció que declarará una emergencia en la frontera sur y enviará tropas para fortalecer la seguridad, además de restaurar la política de «Permanecer en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en ese país mientras procesan sus solicitudes.
Trump también informó que designará a los cárteles de drogas como organizaciones terroristas internacionales, una medida que busca intensificar la lucha contra el narcotráfico. En cuanto a la economía, señaló que la crisis de la inflación fue causada por «gastos excesivos y el aumento de la energía» y, por ello, también declarará una situación de emergencia energética.
El presidente también abordó temas sociales y de identidad, afirmando que «a partir de hoy, hay solamente dos géneros: masculino y femenino», una postura conservadora sobre el tema. Además, prometió fortalecer las fuerzas armadas y aseguró que su gobierno será un «pacificador» y un «unificador», buscando poner fin a las guerras en el exterior.
En un gesto simbólico, Trump propuso cambiar el nombre del Golfo de México a «Golfo de Estados Unidos» y anunció su ambición de enviar astronautas al espacio para llevar la bandera estadounidense al planeta Marte.
El presidente concluyó su discurso con una firme declaración: «Nuestro poder va a detener guerras» y reafirmó su compromiso de hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande.