Por: Cesar Montesino. (Economista)
Hemos visto como en los últimos días han resurgidos diferentes comentarios acerca del funcionamiento del Bitcoin como dinero virtual legal en El Salvador, de los cuales la mayoría son criticas negativas y pesimistas acerca de su factibilidad, pero eso sucede porque hacen un análisis espurio y sesgado sobre el tema, por lo que no logran visualizar los beneficios y oportunidades que trae consigo el Bitcoin en la economía salvadoreña.
Las personas al informarse más sobre el funcionamiento técnico y operativo del Bitcoin, verán las oportunidades que trae consigo el Bitcoin por el incremento de su valor, evitando así una gran cantidad de confusión.
El funcionamiento del Bitcoin en esencia es colocar transacciones en bloques que se encadenan para formar un registro global (entrada y salida), que es lo que se conoce como tecnología Blockchain, el cual genera muchos beneficios en cuanto a la seguridad, autenticidad y transparencia, esto puede verse a simple vista complejo e intrincado, pero esto obedece a un propósito explícito el cual es emitir una moneda y revaluar su valor online sin la necesidad de un tercero de confianza.
Bitcoin: ¿Crisis económica o futuro de la economía?
El Bitcoin es una evolución del dinero y como todas mucha cosas en la actualidad este avance esta ligado con la tecnología, las transacciones financieras en el transcurso del tiempo han venido utilizando diversos métodos que funcionan como “dinero”, por ejemplo: cacao, sal, ganado, metales preciosos, oro, títulos del gobierno, etc. estos métodos nos pueden llegar a parecer desfasados, en un mundo donde la tecnología y la inteligencia artificial van teniendo más protagonismo en las diferentes dimensiones de la sociedad.
Por la naturaleza de su tecnología blockchain, el Bitcoin lo debemos de ver como el futuro de la economía, ya que es una excelente alternativa para solucionar problemas económicos y sociales de una manera creativa e innovadora, representa la primera solución integral digital y tecnológica a los problemas monetarios y económicos, y con él encontramos una posible solución a los problemas de transabilidad, inflación, solidez y soberanía.
Bitcoin ha operado prácticamente casi sin ningún fallo durante los últimos 12 años, y, si continúa así durante el próximo siglo, será una solución convincente al problema del dinero principalmente en los países subdesarrollados, ya que ofrecerá a los individuos soberanía sobre una moneda resistente a la inflación, además de ser muy vendible en el espacio, la escala y el tiempo.
El futuro de la política monetaria.
La oferta monetaria particular de Bitcoin la convierte en el mejor medio de guardar el valor producido a partir del tiempo, por lo que sea posiblemente la mejor reserva de valor que la humanidad haya inventado en toda su historia. En otras palabras, Bitcoin es la manera más económica de comprar el futuro, ya que constituye el único medio que no puede verse devaluado, por mucho que aumente su valor.
Mientras que el aumento del valor de cualquier moneda conduce a más recursos dedicados a su producción y, por tanto, a un aumento de su oferta; cuando el valor del Bitcoin sube, redoblar los esfuerzos para producir bitcoins no lleva a la producción de más monedas, sino que al contrario provoca un aumento en la capacidad de procesamiento necesaria para realizar transacciones válidas en la red Bitcoin, lo que sólo sirve para hacer la red más segura y que resulte difícil ponerla en peligro.
Pero, con la innovación de Bitcoin, el mundo ha logrado por fin una forma creativa y segura de crear dinero con una garantía blindada que controla su tasa de crecimiento de la oferta, Bitcoin va a revolucionar la política monetaria tanto a economistas, macroeconomistas como actores políticos y analistas financieros.
El crecimiento de la masa monetaria del Bitcoin está determinado por una función programada adoptada por todos los miembros de la red, lo que permite que la tasa de crecimiento de la oferta Bitcoin no se controlada por ninguna entidad. Mientras que las monedas tradicionales aumentan continuamente su oferta y disminuyen su poder adquisitivo, el bitcoin ha presenciado hasta ahora un gran aumento de su poder adquisitivo real.
Esta nueva política monetaria virtual, da apertura para la creación de bancos basados en Bitcoin existan y emitan su propia moneda digital, canjeable por bitcoins, es decir como reserva de valor. Los bancos avalados por Bitcoin volverán fáciles y practicas las transacciones comerciales, dada su capacidad para funcionar como hacían los bancos antes de la nacionalización de la moneda.
El destino final de Bitcoin, será convertirse en moneda que sirva de reserva a los bancos que emiten “efectivo digital”. Si Bitcoin sigue aumentando de valor y llega a ser utilizado por un número cada vez mayor de instituciones financieras, se convertirá en una moneda de reserva dando paso así a la creación de un nuevo tipo de bancos centrales, los cuales podrían operar de manera mixta, es decir en el mundo físico o en el digital, es por eso que las economías de los países deben de ir planteando políticas y normativas monetarias innovadoras, para que los bancos centrales nacionales complementen sus reservas con Bitcoin, es decir gastar una cuantía en la adquisición de una pequeña parte de las existencias actuales de bitcoins, antes que esta moneda digital se aprecie de manera importante en el futuro.
De seguir apreciándose de manera significativa, el Bitcoin ofrecerá a la banca central más flexibilidad con su política monetaria y liquidación de cuentas internacionales, pero la verdadera razón para que los bancos centrales quieran poseer bitcoins sea el hecho de que vean eso como un seguro contra las perspectivas de éxito del sistema Bitcoin mismo.
El Bitcoin puede funcionar como una reserva de valor fiable a largo plazo y una forma de dinero soberana que permite a los particulares y gobiernos llevar a cabo transacciones de manera autónoma, a esto es lo que se llama el nuevo sistema monetario virtual.