De acuerdo con un grupo de investigadores a cargo de su vigilancia, el iceberg A23a, considerado como el más grande del mundo con 3,300 kilómetros cuadrados de superficie y 1,000 millones de toneladas, se detuvo a 73 kilómetros de la Isla Georgia del Sur, Atlántico Sur, luego de desplazarse desde la Antártida impulsado por las corrientes oceánicas.
Su encallamiento generaba una preocupación de afectar la alimentación de pingüinos y lobos marinos; no obstante, se cree que podría beneficiar al ecosistema cuando llegue el momento en el que libere sus nutrientes.
Hasta el momento, el iceberg permanece intacto, sin embargo, los icebergs de gran tamaño en situaciones similares suelen romperse y derretirse rápidamente. Por lo que, cuando el A23a se desintegre, los icebergs más pequeños pueden representar riesgos para el transporte marítimo y la pesca debido a su dificultad para detectarlos y rastrearlos.
El iceberg más grande del mundo, con casi un billón de toneladas métricas, a partir de agosto de 2024, es ligeramente más pequeño que el estado de Rhode Island, Estados Unidos.