La efectividad del Plan Control Territorial y la vigencia del régimen de excepción impulsado por el Gobierno del Presidente Nayib Bukele, ha permitido al Estado Salvadoreño un ahorró de más de $60 millones con la reducción de personas lesionadas con arma de fuego y arma blanca en 2022.
Solo para dimensionar el problema de inseguridad y violencia que vivía el país, en 2018 se registraron 1,300 lesionados con arma blanca y 1,800 heridos con arma de fuego y, por atenderlos a ellos, otros pacientes tenían que esperar.
Cada lesionado por arma de fuego representa un costo para al Sistema de Salud salvadoreño en promedio $32,000 y un herido con arma de fuego $23,000, según informó el Ejecutivo.
“Ese ahorro ahora lo podemos redirigir en mejores tratamientos para atender enfermedades crónicas, mejores medicamentos para tratar la hipertensión arterial, para tratar el azúcar, el colesterol, los triglicéridos, el fortalecimiento del sistema informático, de tecnología, digitalización del sistema de Salud, robustecimiento de las estrategias de prevención a través de la administración de biológico, nuestro esquema de vacunación y las estrategias que podemos poner a funcionar”, explicó el ministro de Salud, Francisco Alabi.
El funcionario preguntó, ¿qué tan importante es el tema de la salud en la seguridad? y la respuesta, “lo es todo, porque le permite al Sistema de Salud dedicarse a tiempo completo en las enfermedades de su población debido a las características regionales, y no invertir todo el tiempo en atender emergencias por inseguridad, lesiones por arma de fuego o lesiones por arma blanca”.
No tener ese flagelo, remarcó el titular de Salud, también significaría para el Sistema de Salud, ampliar sus coberturas, el financiamiento y el presupuesto en las afectaciones naturales o enfermedades de rutina en un territorio y no las que son impuestas por violencia.
El ministro Alabi reflexionó que en el pasado el Sistema de Salud llegó a considerar natural ver dos, tres y cuatro lesionados por día, una situación que no debió haber sido así, ni se tuvo que permitir que la familia salvadoreña sufriera de esa manera.
Sin embargo, fueron grupos de violencia que hasta fueron apoyados algunos sectores que, en vez de ello, debieron haber velado por el bienestar de los salvadoreños, pero en su momento no lo hicieron.