El Ministro de Trabajo, Rolando Castro, se pronunció con firmeza sobre la problemática del trabajo infantil en el país, señalando que esta práctica no solo priva a los niños de su derecho a una niñez plena, sino que también amenaza el futuro de la sociedad en su conjunto.
En un emotivo discurso, Castro utilizó el caso de Cintia, una niña que sueña con ser modelo, pero cuyas aspiraciones se ven amenazadas por la pobreza extrema. Su madre, con lágrimas en los ojos, expresó su temor: “En este contexto, no lo va a lograr”, reflejando el dolor y la impotencia que enfrentan muchas familias en condiciones de vulnerabilidad.
“Debemos ser empáticos con todos los niños, incluyendo aquellos nacidos en cuna de oro, pero no podemos ignorar a quienes viven abrigados por la extrema pobreza”, señaló el ministro.
El funcionario destacó que el trabajo infantil es un problema que debe ser abordado con urgencia, pues “asesina el futuro de cualquier nación”. Aunque reconoció que la solución no es fácil, hizo un llamado a la acción colectiva con esperanza, enfatizando la necesidad de trabajar juntos para garantizar que todos los niños puedan ser niños.