Por décadas en El Salvador, la delincuencia ha sido uno de los graves problemas que a agobiado a la sociedad salvadoreña. Este flagelo ha cercenado muchas vidas y como efecto concomitante provocó desplazamientos forzados, migraciones ilegales, pérdidas de empleos y cierres de negocios.
Desde 2003, los gobiernos de ARENA y el FMLN basaron sus políticas anti-pandillas en la persecución del delito en las zonas con alta presencia criminal, el encarcelamiento masivo y las operaciones conjuntas de policía y ejército. Sin embargo, estas estrategias nunca llevaron una articulación sistematizada con otras instituciones claves para prevenir, disuadir y controlar la criminalidad.
En las políticas criminales de la mano dura y super dura del partido ARENA, no existió una coordinación eficiente entre persecución, detenciones y judicializaciones de los casos; provocando con ello una percepción de impunidad ante la ciudadanía salvadoreña, debido a que quedaban en libertad la mayoría de capturados en los operativos policiales.
Los datos de los últimos cuatro quinquenios de violencia homicida en El Salvador son los siguientes: Presidente Francisco Flores (ARENA) (1999-2004), 12,396 asesinatos. Elías Antonio Saca (ARENA) (2002-2009), 18,002 asesinatos, Mauricio Funes (FMLN) (2009-2014), 17530 asesinatos y Salvador Sánchez Cerén (FMLN) (ARENA) 23,020 asesinatos. (Fuente: Fiscalía General de la Republica, Policía Nacional Civil e Instituto de Medicina legal.)
Podemos evidenciar como la criminalidad y específicamente la violencia homicida se incrementó considerablemente, mermando con ello el desarrollo de El Salvador áreas económicas, educativas y sociales. En el 2015 se tuvo el año más devastador con respecto a homicidios, teniendo un promedio de 106 asesinatos cada 100, 000 habitantes siendo esto muy preocupante.
En Junio del 2019, asume la presidencia Nayib Bukele y una de sus principales promesas es mejorar la seguridad publica en El Salvador. Para ello presenta un nuevo arquetipo en el cual un civil es designado Ministro de Justicia y seguridad Publica, Rogelio Rivas viene a romper la tradición de que comisionados de carrera eran los que comandaban este ministerio en gobiernos del FMLN.
Es presentado al país el Plan Control territorial, estructurado en diferentes fases con una visión holística a diferencia de los de gobiernos anteriores que era limitada. Este incluye la recuperación de zonas controladas por las maras y pandillas, estos territorios se les conoce como “Estados Vacíos” en seguridad ciudadana, debido a que el Estado ha perdido control y potestad de brindar seguridad pública a su población.
En pocos meses de su implementación, la primera fase que consiste en el despliegue táctico y operativo policial y militar en zonas de alta criminalidad, las cuales se han seleccionado a través de perfiles geográficos del crimen. Esta presencia de los elementos policiales y militares que corresponde al primer nivel de fuerza, permite un disuasivo y desplazamiento del delito, logrando limitar la operatividad criminal de las maras y pandillas.
La efectividad fue tan sustancial que en Diciembre del 2019 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Declaró lo siguiente: “La CIDH saluda que en estos primeros 6 meses de Gobierno, la tasa de homicidios se haya reducido drásticamente hasta alcanzar aproximadamente 50 por cada 100,000 habitantes, con las cifras más bajas desde los acuerdos de paz.”
“La Comisión valora los esfuerzos del Estado para desarrollar una política de seguridad ciudadana integral con la participación de las diferentes agencias gubernamentales tanto para prevenir como para perseguir la criminalidad.”
En la evaluación del primer año del presidente Nayib Bukele, obtuvo una alta aprobación, 92.5% (encuesta LPG-DATOS) está satisfecho con su gestión gubernamental y el principal logro del primer año de su gobierno es la mejoría en seguridad pública. Los datos reflejan el buen manejo en el área esta compleja área liderada por el ministro Rogelio Rivas, logrando con ello que El Salvador en el 2020, sea un país más seguro.