Por robar dinero producto de una venta de mercadería de golosinas, Luis Antonio Hernández Ortiz, de 27 años de edad, pasará 30 años en la cárcel tras ser hallado culpable del asesinato de uno de los repartidores que atacó en la capital dos años atrás para obtener su botín.
El homicidio ocurrió el 07 de diciembre del 2020, cuando Hernández Ortiz interceptó a dos repartidores de golosinas que se transportaban en un furgón pequeño en la colonia Buenos Aires del Barrio San Jacinto, en San Salvador.
El homicida acosó a los dos trabajadores durante su trayecto a bordo de un vehículo particular conducido por otro criminal, al punto de no ocultarse y acecharlos a pocos metros de donde se hallaban los empleados de la empresa realizando su trabajo.
En el momento en el que uno de los repartidores, llamado Franklin Cruz, contabilizaba las ganancias del día, que alcanzaban los $400.00, Hernández Ortiz se acercó y amenazó a punta de pistola con tal de obtener el dinero.
Cruz le suplicó por su vida y le ofreció hasta sus pertenencias con tal de no entregarle el dinero de la venta, ya que de eso dependía su faena para mantener a su familia. No obstante, el criminal no escuchó a la víctima y le atestó varios disparos ante la mirada atónita del otro trabajador.
El homicida también disparó al otro hombre, que resultó ileso al huir de la escena del crimen.
Hernández Ortiz logró huir del lugar, pero no de la justicia, ya que la Policía Nacional Civil (PNC) dio con su paradero y lo capturó el 28 de abril del 2021.
La Fiscalía General de la República (FGR) emprendió el respectivo proceso judicial a fin de que el sujeto pague por el crimen cometido, con el resultado de tres décadas tras las rejas decretado por un juzgado en la capital.