La operación permitió a los agentes incautarse de tres drones submarinos, dos en fase de fabricación y otro prácticamente concluido, que iban a entregarse a narcotraficantes para el transporte de importantes cantidades de cocaína, informó la Policía Nacional de la nación española.
Estos pequeños aparatos semisumergibles, dirigidos de forma remota, daban la posibilidad a los narcotraficantes de transportar droga de una parte a otra del estrecho de Gibraltar que separa Marruecos de España.
«Se trata de la primera ocasión en la que se han intervenido este tipo de vehículos, que operan bajo el agua sin tripulación a bordo, denominados vehículos submarinos no tripulados o UUV (Unmanned Underwater Vehicle), conocidos como ‘drones submarinos’», afirma la policía española.
La operación permitió detener a ocho personas, además de confiscar varios drones aéreos de gran tamaño con una autonomía de 30 kilómetros y hasta 12 motores, potencia suficiente para cruzar con holgura el Estrecho de 15 kilómetros que separa España de Marruecos, y con capacidad para llevar grandes cantidades de droga.
La banda, con clientes en países como Dinamarca, Francia, Italia o España, también ofrecía otros servicios logísticos como la fabricación de dobles fondos para ocultar y transportar drogas, algunos de ellos instalados en remolques y con capacidad de llevar una carga de hasta 800 kilos.
Su proximidad física con Marruecos, gran productor de hachís, además de sus estrechas conexiones con las grandes zonas de exportación de cocaína en América Latina, hacen de España un punto estratégico para la entrada de drogas a Europa.