El expresidente de El Salvador, Mauricio Funes Cartagena, quien se encuentra refugiado en Nicaragua tras una serie de procesos judiciales por corrupción, está en grave estado de salud, según un comunicado emitido este martes por el Ministerio de Salud del país centroamericano. Funes, de 65 años, ha estado bajo atención médica en Nicaragua desde que se trasladó allí en 2016, después de que el régimen de Daniel Ortega le otorgara la nacionalidad nicaragüense, lo que le ha permitido evadir su extradición a El Salvador.
Funes es requerido por la justicia salvadoreña por una serie de graves acusaciones de corrupción ocurridas durante su mandato presidencial (2009-2014). En 2024, fue condenado a ocho años de prisión por recibir una avioneta como soborno a cambio de un proyecto de infraestructura durante su administración. Anteriormente, enfrentó condenas por su implicación en la «Tregua con pandillas» entre 2011 y 2013, cuando se le acusó de pactar con las principales pandillas del país para reducir la violencia a cambio de beneficios políticos. También fue condenado por evasión fiscal por más de 85 mil dólares.
A lo largo de los años, la Fiscalía General de la República de El Salvador ha iniciado varios procesos judiciales en su contra. Funes es uno de los principales implicados en el caso «Saqueo Público», por el que se le imputa el lavado de dinero proveniente de fondos públicos por un monto superior a los 351 millones de dólares. Además, tiene órdenes de captura por presuntos sobornos al exfiscal general, Luis Martínez, y por otros delitos como la malversación de fondos públicos en la construcción de la presa El Chaparral. A pesar de las condenas y de las múltiples investigaciones abiertas en su contra, Funes sigue siendo protegido por el gobierno de Ortega, lo que le impide ser extraditado.
El comunicado de salud de Nicaragua, aprobado por la familia de Funes, indica que su situación es «de extrema gravedad», aunque no detalló específicamente la dolencia que padece. A pesar de su silencio en redes sociales desde el 7 de enero, Funes sigue siendo una figura activa en medios y plataformas afines al régimen que lo protege.
Este caso resalta la protección que el gobierno de Ortega ha extendido a Funes y a otros exfuncionarios de su administración, como el ex presidente Salvador Sánchez Cerén, quien también se encuentra refugiado en Nicaragua y enfrenta cargos similares en El Salvador.