Varios países podrían sufrir nuevas oleadas de disturbios si las medidas gubernamentales para mitigar la pandemia de coronavirus son consideradas insuficientes o percibidas como que favorecen injustamente a los ricos, dijo el miércoles el Fondo Monetario Internacional.
Los gobiernos ya han gastado casi 8 billones de dólares en combatir la pandemia y mitigar sus consecuencias económicas, pero se necesitaría más estímulo fiscal una vez que la crisis haya disminuido, sostuvo el FMI en un informe semestral.
El alza en el gasto aumentaría drásticamente los déficits fiscales, y la deuda pública global se disparará 13 puntos porcentuales a más del 96% del Producto Interno Bruto en 2020, señaló la entidad.
El martes, el FMI pronosticó que la economía mundial se contraerá un 3% durante 2020 como resultado de la pandemia, pero advirtió que sus pronósticos estuvieron marcados por una “incertidumbre extrema” y la realidad podría ser mucho peor.
Los esfuerzos para detener la enfermedad han cerrado grandes sectores de la economía mundial, y los mercados emergentes y los países en desarrollo probablemente serán los más afectados.
Si bien es poco probable que haya protestas masivas en medio de las estrictas cuarentenas dictadas por muchos países, los disturbios podrían aumentar cuando la crisis esté más controlada, dijo Vitor Gaspar, director del departamento de asuntos fiscales del FMI, en una entrevista con Reuters.
Para evitar más disturbios tras la ola de protestas vista en muchas partes del mundo el año pasado, los encargados de formular políticas deben comunicarse con las comunidades afectadas para generar apoyo a las medidas para combatir el virus, destacó.
“Esto es algo que hemos enfatizado: es crucial brindar apoyo a los hogares y las empresas que sean vulnerables por la crisis”, relató. “El objetivo es apoyar y proteger a las personas y empresas que han sido afectadas por los cierres”.
Las tensiones ya se están volviendo evidentes a medida que los bloqueos dejan a jornaleros y a muchas personas que son parte de la economía informal sin trabajo ni alimentos.
En Mumbái, la capital comercial de la India, miles de trabajadores migrantes desempleados protestaron el martes en una estación de ferrocarril, exigiendo que se les permita regresar a sus hogares en el campo, después de que el primer ministro Narendra Modi extendió la cuarentena en el país de 1.300 millones de habitantes.