El histórico líder del FMLN, Medardo González, catalogó como presos políticos a los más de 17 mil pandilleros capturados en el marco del Régimen de Excepción.
«Hoy es un nuevo tipo de presos políticos que son estas personas que han sido capturadas porque tienen un tatuaje en el brazo o porque hallaron parado en la entrada de su pasaje de la colonia y se lo levantaron, es decir, son presos políticos», manifestó el político izquierdista.
Según esta declaración del dirigente efemelenista, los pandilleros podrían pedir asilo en otros países al sentirse perseguidos por el Gobierno.
González pone a los pandilleros al nivel de Ghandi, Mandela o Martin Luther King Jr, quienes fueron perseguidos por sus ideales y sus luchas en favor de las mayorías.
Un preso político debe considerarse como tal únicamente si: La detención ha sido impuesta por razones puramente políticas sin conexión con ningún delito tipificado, lo cual es contrario a lo que ocurre en El Salvador.
Además, si la detención es el resultado de procedimientos que fueron claramente injustos y esto pudiese estar relacionado con los motivos políticos de las autoridades.
Bajo la figura de «perseguidos políticos» también huyeron del país: Mauricio Funes y la familia de su pareja sentimental, el expresidente Salvador Sánchez Ceren junto a su círculo cercano, el exministro de Obras Públicas, Gerson Martínez y el expresidente de la Asamblea Legislativa, Sigfrido Reyes.
Usuarios en redes sociales denunciaron que la defensa del izquierdista hacia los pandilleros es sólo una muestra que los partidos tradicionales mantenían una cercanía con estos grupos delictivos.