Una vez más, la oposición política queda evidenciada sobre el nulo poder de convocatoria en la marcha de este 1 de mayo.
Mientras la clase trabajadora se reune con el Gobierno del Presidente Nayib Bukele en una amplia concentración, unos pocos opositores desfilan por las calles de la capital dañando propiedad privada y provocando a las autoridades a la espera de una reacción violenta para luego victimizarse.
Compartimos con nuestros lectores este archivo fotográfico como una crónica de un fracaso anunciado.